"No" es nuestra actitud básica. 
¿Por qué? Porque con el "no" sientes que eres alguien. 
La madre siente que es alguien: puede decir que no. El niño es negado, y el ego del niño resulta lastimado mientras que el ego de la madre se nutre. "No" alimenta al ego, es comida para él, y es por eso por lo que nos entrenamos en decir que no. En la vida encontrarás negadores por todos lados, porque con "no" sienten su autoridad: son alguien, pueden decir que no. 
Decir "si, señor" te hace sentir inferior; sientes que eres el subordinado de alguien, un don nadie.
Sólo en ese caso dices "si, señor". 
"Si" es positivo y "no" es negativo. 
Recuerda eso: "no" alimenta al ego; "si" es el método para descubrir el yo interior. 
"No" es fortalecer al ego, "si" es destruirlo. 
Primero observa y descubre si puedes decir que sí. 
Si es imposible decir que sí, entonces di que no.
Sin embargo, el método que hemos aprendido consiste primero en decir que no; si es imposible decir que no, y sólo entonces, con una actitud de derrota decimos que si. 
Inténtalo un dia. 
Tómalo como una promesa. 
Durante veinticuatro horas trata de empezar diciendo que sí en todas las situaciones. 
Fíjate en la profunda relajación que te produce. ¡Sólo cosas normales y corrientes! 
Por ejemplo, el niño que pide que lo lleves al cine. Él va a ir; tu "no" no significa nada. 
Por el contrario, tu "no" se convierte en una invitación, en una atracción, pues cuando tú estás fortaleciendo tu ego el niño trata también de fortalecer el suyo. 
Tratará de ir contra tu "no", y conoce maneras de convertir tu "no" en un "si", sabe cómo transformarlo. 
Sabe que sólo necesita un poco de esfuerzo, de insistencia, para que tu "no" se convierta en "si". 

Durante veinticuatro horas trata de empezar siempre diciendo que sí. 
Sentirás mucha dificultad pues te darás cuenta de que inmediatamente el "no" viene primero. En todo, el "no" viene primero; se ha convertido en un hábito. No lo uses; usa "sí" y observa cómo te relaja. 
El pensamiento adecuado significa comenzar a pensar con "si". 
No significa que no puedas usar "no"; sólo significa empezar diciendo que sí. Observa con una mente afirmativa, y entonces, si es imposible decir que sí, di que no. 
No encontrarás muchos lugares donde decir que no si empiezas con "sí". 
Si empiezas con "no", no encontrarás mucho lugares donde decir que sí. El punto de partida significa que llevas ya el noventa por ciento hecho. Tu comienzo matiza todo, incluso el final. 
El pensamiento correcto significa pensar, pero con una mente dispuesta. Piensa con una mente afirmativa

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