Siéntate en
silencio y crea una risa desde las entrañas, como si todo tu cuerpo se
estuviera riendo.
Empieza a mecerte con esa risa y deja que se extienda
desde el vientre a todo el cuerpo: manos riendo, pies riendo, déjate
llevar sin control.
Ríete durante veinte minutos. Aunque se vuelva
aparatosa, ruidosa, no la censures.
Si se vuelve silenciosa, también.
Entonces, ya sea silenciosa o ruidosamente, ríete durante veinte
minutos.
Luego acuéstate en la tierra o en el suelo y tiéndete boca abajo.
Si
hace calor y puedes hacerlo en el jardín, será mucho mejor. Si puedes
hacerlo desnudo será incluso mejor.
Toma contacto con la tierra con todo
el cuerpo acostado sobre ella, y siente que la tierra es la madre y tú
eres el niño.
Piérdete en ese sentimiento.
Veinte minutos de risa, después veinte minutos de un contacto profundo
con la tierra.
Respira con la tierra y siéntete uno con ella.
Venimos de la tierra y algún dia regresaremos a ella.
Después de esos
veinte minutos de recoger energía baila durante veinte minutos...
cualquier danza.
Pon música y baila.
Si es difícil, si hace frío, entonces puedes hacerlo dentro de una
habitación. Si el día es soleado hazlo fuera, y si sientes frío, cúbrete
con una manta.
Encuentra formas y maneras pero sigue haciéndolo...
Sentirás grandes cambios que ocurrirán por si solos...
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