Había mar de fondo... Hacía resaca en la costa... Estaba de pie al borde del pozo natural que formaban las rocas de la playa. Sin saber cómo, me vi cayendo hacia el agua... No me había lanzado voluntariamente... Cuando iba por el aire me di cuenta que la resaca había retirado casi toda el agua... No había remedio...

Choqué con el Mar... Toqué con las dos manos la arena del fondo, pero no bastó la reacción para frenar la inercia... No era posible evitar el choque. El cuerpo quiso dar el tumbo, pero la presión del agua lo impidió... Fue cuando sonó un chasquido. Algo roto quedó... sintiéndo un desagradable calambre que recorrió todo mi ser... A continuación nada... Se había cortado para siempre la comunicación...

Después del choque me quedé en el fondo... como una muñeca de trapo... mi cuerpo alcanzó la superficie. Sólo quedaba el pensamiento que se movía por un espacio infinito y en blanco... Mis ojos miraban la arena...

Se me pasó por la cabeza la imagen del cielo Azul, claro y limpio...

Llevaba manteniendo la respiración desde el instante que me había caído al agua... Era como si el tiempo se deslizase con celeridad y el pensamiento quisiera llevarse grabado en la memoria la historia del tiempo vivido...

No entendía nada... Porque empezé a ver a los seres humanos desde abajo... viendo como fantasmas las caras de las personas... Desde abajo... Ahí empecé a contemplar el mundo desde el infierno...

Buscando el equilibrio perdido, pasa el tiempo y tomas consciencia de que no puedes encontrarlo... Tu verdad impuso no creer en tí... Nunca jamás... 

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