No entiendo por qué se despiertan tanto entusiasmo, tantas pasiones, haciendo año tras año sus travesías sobre la tierra...
¿A qué se debe tanto agasajo, tanto entusiasmo y regocijo por su venida, cuando son sus visitas trucos de magia, creando un espejismo con la expansión del pulso de la vida?
Todo bicho se pone caliente y rojo con su llegada: un cachondeo. Toda bicha se siente de igual manera. ¡Y así la orgía ya está servida!
Toda hembra se queda de amor preñada cuando le pasan las calenturas. Y si hay fortuna, algunas de ellas darán las gracias cuando se vean recien paridas. En cambio otras saldrán del espejismo, eternamente arrepentidas de haber gozado por unas horas para sufrir las consecuencias toda su vida.
¿Y los machistos? Después del cachondeo a trabajar. Defendiendo su hembra, su honra, su propiedad.
Cuando pasa el calor y la tierra se enfría, cuando ya se contrae el pulso de la vida, se marcha la parienta, dejando tras de sí una enorme parida de placer y dolor, de llantos y risas: el fruto de la vida...
Pero nunca escarmienta la ingenua vida. Siempre tropieza en la misma piedra. Pues volverán a quedarse bichas y bichos embobaditos cuando regrese a hipnotizarlos y armar sus orgías...
Alma que todo lo observas... Déjame descansar en la manada de tu sentir...
¿A qué se debe tanto agasajo, tanto entusiasmo y regocijo por su venida, cuando son sus visitas trucos de magia, creando un espejismo con la expansión del pulso de la vida?
Todo bicho se pone caliente y rojo con su llegada: un cachondeo. Toda bicha se siente de igual manera. ¡Y así la orgía ya está servida!
Toda hembra se queda de amor preñada cuando le pasan las calenturas. Y si hay fortuna, algunas de ellas darán las gracias cuando se vean recien paridas. En cambio otras saldrán del espejismo, eternamente arrepentidas de haber gozado por unas horas para sufrir las consecuencias toda su vida.
¿Y los machistos? Después del cachondeo a trabajar. Defendiendo su hembra, su honra, su propiedad.
Cuando pasa el calor y la tierra se enfría, cuando ya se contrae el pulso de la vida, se marcha la parienta, dejando tras de sí una enorme parida de placer y dolor, de llantos y risas: el fruto de la vida...
Pero nunca escarmienta la ingenua vida. Siempre tropieza en la misma piedra. Pues volverán a quedarse bichas y bichos embobaditos cuando regrese a hipnotizarlos y armar sus orgías...
Alma que todo lo observas... Déjame descansar en la manada de tu sentir...
youtube.com/watch?v=sxL14Mgv2x0
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