Son unos bichos entretenidos. Parece que tratan desesperadamente de devorarse a sí mismos.
Se alimentan de dolor. Me parecen unos seres voraces que van comiendo el rabo de una madre que tiene la facultad de regenerarse, pero ellos van más deprisa y no le dan tiempo...
También es triste contemplarlos a unos presos y a otros sueltos, casi todos atemorizados...
Llevan tanto tiempo esclavizados que ya perdieron su dignidad.
Entregaron su concienca a los héroes, a los dioses, a los pícaros...
Y se olvidaron que cada uno de ellos es un héroe, un dios y un soberano...
Cuando se les pregunta si quieren ser dueños de sí mismos, la mayoría dice que sí, pero lo dicen con temor.
Se quedan eternamente arrodillados... No se atreven a pensar, como les aconsejan los verdaderos maestros...
Me parece que se encerraron en sus cercados de inteligencia y astucia para protegerse de ser comidos y acabaron siendo prisioneros de sus propios miedos...
Cuéntame cómo amas tú la vida, el amor y la muerte... Tú que me haces preguntas...
No digas nunca... Tú serás lo que quieras ser...
Pregúntate de qué o de quién eres esclava...
Cuando lo sepas, escapa del redil y no temas adentrarte por cualquier lugar desconocido...
Si no le tienes miedo a nada ni a nadie, seguro que cuando tengas ganas de reír o llorar entenderás las causas...
No hay punto de retorno... Nunca es suficiente...
Se alimentan de dolor. Me parecen unos seres voraces que van comiendo el rabo de una madre que tiene la facultad de regenerarse, pero ellos van más deprisa y no le dan tiempo...
También es triste contemplarlos a unos presos y a otros sueltos, casi todos atemorizados...
Llevan tanto tiempo esclavizados que ya perdieron su dignidad.
Entregaron su concienca a los héroes, a los dioses, a los pícaros...
Y se olvidaron que cada uno de ellos es un héroe, un dios y un soberano...
Cuando se les pregunta si quieren ser dueños de sí mismos, la mayoría dice que sí, pero lo dicen con temor.
Se quedan eternamente arrodillados... No se atreven a pensar, como les aconsejan los verdaderos maestros...
Me parece que se encerraron en sus cercados de inteligencia y astucia para protegerse de ser comidos y acabaron siendo prisioneros de sus propios miedos...
Cuéntame cómo amas tú la vida, el amor y la muerte... Tú que me haces preguntas...
No digas nunca... Tú serás lo que quieras ser...
Pregúntate de qué o de quién eres esclava...
Cuando lo sepas, escapa del redil y no temas adentrarte por cualquier lugar desconocido...
Si no le tienes miedo a nada ni a nadie, seguro que cuando tengas ganas de reír o llorar entenderás las causas...
No hay punto de retorno... Nunca es suficiente...
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario