Apareciste, como aparecen en el horizonte la esperanza de una vela... o el dorado y reluciente sol del amanecer...

Saliste al paso en la noche de mis sueños, pero yo era náufraga...

Quiso llamarte mi alma.
Quiso gritar mi cuerpo desde el fondo del tiempo y del espacio.

Mi brazo quiso alzarse para tocar tu orilla...
Pero brotó del cielo el rayo y el relámpago castigador que lo paralizaron...
Y el trueno furibundo acalló de un soplido mis delirios de náufraga...

Quise gritar pero se me quedó entumecido el tiempo, el brazo y el espacio en mi mundo de náufraga...

Tiñe el silencio en torno de mi alma su brazo helado y negro... como un lazo de piedra alrededor del cuello... La noche me ahoga con su oscuro y lúgubre abrazo...

Vuelve el grito al silencio de donde quiso huir y sólo queda una imagen fugaz, dorada, grabada en mi retina de náufraga solitaria...

Sé que apareces en cada abrazo que me das...


¿Me abrazas?


                                                youtube.com/watch?v=Et38B8ERJXE

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