Si hubiera tenido la libertad de morirme a tiempo, el dolor habría tenido la medida del amor humano. Habría dejado mi mirada en otra mirada, mi sonrisa en otra sonrisa, todo mi recuerdo de agradecimiento en quien me hubiese ayudado.

Echarse a dormir cuando uno está muy cansado, sereno y tranquilo, sin temor al sueño, sin tristeza ni rencor mezquino, dejando en el mundo un recuerdo bueno de nosotros, en todo lo que hemos amado, como dejó el sol su más hermosa despedida grabada en mi recuerdo. Pero para eso hay que ser tan libres, tan libres, tan buenos, tan buenos que tal vez sería desear que los humanos fuesen demasiado humanos.


No me dejes Morir en Vida.

 

                                              youtube.com/watch?v=8b1cPDgMWBw

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