Recuerdo mis madrugadas Contigo.
Las madrugadas unen tanto que hacen que te atrevas a confesar deseos, sueños inconfensables.

Había una Vida tan llena de Calor, Diálogo, Sentir.

Eras un espejo dónde quería reflejarme.
Marcar mi destino, muy diferente al que había conocido hasta que te reconocí.
No quería mi Vida pasada.
Quería una Vida Contigo.

Recuerdo que mis Ilusiones me inquietaba el sueño.
Conseguían despertarme y regalarte un susurro en medio del vacío de la noche.
Me apasionabas.
Eras pura Alma.

Los Recuerdos siguen oliendo a Tí.

Pero hay que saber decir no en esta Vida

¿Decir no a qué?

No a lo que no deseas.
No a lo que todavía no sabes que no deseas pero que deseas.
No por compromiso.
No si sabes que sé que no podré cumplir.
No al exceso.
No a mi misma.

A veces, lo que una desea es tan intenso que se hace Realidad.
Creí en esa Realidad Contigo.

Ahora me revisto de valor para seguir sin Tí en un día a día.
Me consumiré, volveré a ser cenizas y volveré a Renacer.
Pensé que podía ser yo.

Recuerdo que me dijistes entra en mi mundo.
Quizás debí haberte dicho no.

En la Vida lo más importante es saber decir No.

No a Ti
No a Mí.

Desecha.
Rota.

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