Los Días en que Estoy de Mal Humor,
Me Pongo una Rosa en la Cabeza.
Las Mariposas Vienen a Mí Aleteando Grácilmente
y los Transeúntes Me Sonríen.
Si Tú También estás de Mal Humor,
Prueba a Ponerte otra Hermosa Flor en la Cabeza
y Acuérdate de Regarla.
No dejes que se Marchite
El Estado de Ánimo Perfecto es Variable Como el Viento.
Comentarios
Publicar un comentario